Seguimos analizando proyectos pioneros en Internet. Hoy, como caso de éxito en un negocio digital, nos centramos en Wallapop: es una aplicación gratuita que permite a los usuarios próximos geográficamente, comprar y vender productos de segunda mano. La puedes descargar, por ejemplo, desde la App Store y Google Play.
Los creadores de este proyecto son tres españoles con experiencia en el mundo digital: Gerard Olivé, Agustín Gómez y Miguel Vicente. Wallapop nació en España en octubre de 2013. En apenas dos años se ha extendido a otros mercados: Reino Unido, Francia y Portugal. También tiene la mirada puesta en América Latina.
¿Cómo funciona Wallapop?
Se autodefinen como una “red social de trading”, más que como un “place mobile”. El funcionamiento es muy sencillo. Basta con que te crees un perfil de usuario. Si deseas comprar, Wallapop te muestra los artículos en venta que se encuentran cerca de tu ubicación geográfica.
- Como comprador: Seleccionas la manera de encontrar los productos en venta ya sea ordenándolos por proximidad física, por categorías o con el buscador de la aplicación. Cuando tienes ante ti el producto deseado puedes preguntar al vendedor, realizar una contraoferta o decir directamente ‘lo quiero’. El próximo paso es acordar el lugar de encuentro con el vendedor y se realiza la transacción comercial.
- Como vendedor: Para los vendedores el proceso es igual de rápido. Solo tiene que introducir la foto del artículo, añadirle el nombre, poner una pequeña descripción y el precio. De esta forma se crea una ficha para el producto que vendes.
Y atención, el dating no es el corazón de este servicio, pero forma parte de las experiencias frecuentes en Wallapop mientras se negocia una compra-venta.
De momento, las categorías de productos incluyen oportunidades en electrónica, coches y motos, deporte y ocio, casa y hogar, videojuegos, libros, pelis y música, moda y accesorios, niños y bebés, y un saco versátil que se llama: “otros”. En este último saco aparecen anuncios tan singulares y algo hilarantes como la venta de un tanque de guerra usado o unos maniquíes infantiles sin brazos y desconchados.
Para mantener las acciones fraudulentas lejos de la plataforma, Wallapop ha introducido la funcionalidad de valoraciones entre los usuarios (scoring). Además el perfil de usuario se valida con Facebook y el número de móvil. También controlan ciertos tipos de anuncios con dudosas características. Y ofrecen su apoyo a los registrados ante un conflicto de intereses.
Entendemos que su idea de monetizar la calle (así lo define uno de sus fundadores), tiene sus riesgos. Los usuarios quedan para una cita a ciegas que comporta una operación comercial donde se mueven 9, 100 o 900 euros. No se pagan impuestos y no es una actividad regulada en España. Visto el vacío, nace una oportunidad.
Razones del éxito de Wallapop
Desde su fundación Wallapop ha conseguido recaudar casi 40 millones de euros gracias a la contribución de varios inversores como Caixa Capital Risc, Bonsai Venture Capital, ESADE Ban, Antai, Grupo Godó, Grupo Zeta, Insight Venture Partners y Accel Partners.
Según cifras de abril de 2015, Wallapop tenía 5 millones de descargas apenas 18 meses después de su presentación; más de 25 millones de conversaciones entre usuarios; más de 450 millones de euros en el valor de las transacciones realizadas y 2.000 millones de euros es la sumatoria del valor de los productos en la plataforma.
Es indudable que han triunfado, y algunos de los factores que han permitido el éxito son:
- Un modelo que integra necesidades y nuevas tendencias: Los dispositivos móviles y sus aplicaciones, la geolocalización, los clasificados y la economía colaborativa. ¡Un cóctel para facilitarle la vida a sus usuarios!
- Movimientos rápidos en busca de inversores importantes: Ya hemos mencionado algunas de las fuentes de fondos para la app. Han sabido tocar en las puertas adecuadas y pensar/presentarse ‘a lo grande’.
- Posicionamiento agresivo en el mercado: Wallapop aspira a ser una de las primeras y más grandes plataformas de compra-venta entre particulares de productos de segunda mano, basados en la geocalización. De ahí su necesidad de capital riesgo para mantener un ritmo de crecimiento acelerado y cubrir la mayor cuota de mercado posible antes de que surja otro competidor importante.
- Hitos claros en el desarrollo del negocio: El proyecto se encuentra ahora en una fase de crecimiento. Eso justifica la gratuidad actual y la apertura de operaciones en nuevos mercados. Luego vendrá la monetización que podría ser, —nos atrevemos a adivinar—con modelos Preemium, destacados entre los clasificados, publicidad de terceros y comisiones por los servicios de intermediación.
- Combinación de técnicas de marketing online y offline: La inversión en publicidad offline les ha servido para dar a conocer la marca. El marketing online les ayuda en la captación de tráfico orgánico altamente cualificado. Hasta el momento han invertido en anuncios de televisión, técnicas de growth hacking, anuncios en redes sociales, contenidos patrocinados online, SEM y hasta venta directa a pie de calle como comenta uno de sus fundadores:
«En 45 días montamos la compañía de Wallapop, en paralelo con la parte comercial, literalmente ‘haciendo la calle’: yendo por Gràcia a explicar la plataforma a pequeños comercios, para que subieran productos. Con la libretita, sin tener ni el prototipo del servicio.»
Fuente: carlosjimenezg.com
Según el diario Expansión, “Wallapop es una de las muy pocas start up españolas que tiene potencial para convertirse en un gran gigante puntocom internacional”.
Sus creadores insisten en que Wallapop es un negocio mobile que no compite con Milanuncios, Loquo y otros portales de clasificados. Sin embargo, están preparando una salida en versión web. Actualmente el sitio te conduce hacia las tiendas de aplicaciones y te obliga a descargarte la app para realizar transacciones.
Aunque son bastante discretos en relación a sus movimientos estratégicos ahora mismo acaparan todas las miradas. Los observan sus principales competidores (OfferUp y Depop) y muchas start ups que desean reproducir su camino con otros modelos de negocio.
De momento, desde TRESCE también los observamos y les deseamos suerte 😉
Por cierto, ¿han pensado en una App que en lugar de facilitar la compra-venta facilite el intercambio? Dada la búsqueda de alternativas menos consumistas y más amables, una aplicación que te permita contactar con alguien para cambiar una bicicleta por una máquina de coser, no es una mala idea.