Entre las novedades en estrategias de marketing online, hasta hace no mucho el Inbound Marketing (marketing de atracción) era la niña bonita del nuevo marketing. Según Google Trends el Inbound Marketing empezó a hacerse más conocido en 2007, sin embargo el término es todavía más longevo ya que fue acuñado por Brian Halligan, fundador de Hubspot en 2005.
El Inbound Marketing es lo contrario a la publicidad o al marketing de interrupción. Engloba estrategias de marketing dirigidas a atraer e informar al cliente en vez de atropellarle con anuncios no solicitados. El mayor exponente del Inbound Marketing son los blogs que actualmente casi cualquier empresa con presencia en Internet tiene.
Pero hay vida más allá de los blogs: guías, libros blancos, informes o ebooks gratuitos son algunas de las tácticas del repertorio del Inbound Marketer. Esto supone un gran avance respecto al marketing de interrupción porque el usuario identifica a la empresa como experta en su campo y se muestra más predispuesto a escuchar lo que la empresa tiene que contarle.
Pero claro, si el usuario no paga de poco le sirve a la empresa. Por ello, la otra pata del Inbound Marketing es la conversión de ese lead en cliente. Este paso se puede conseguir mediante landing pages optimizadas, e-mail marketing, campañas ultra-segmentadas, descuentos, etc…
Y llegó el Growth Hacking
En 2010, Sean Ellis, fundador de Qualaroo acuñó el término Growth Hacker. Su primera definición fue: “Un growth hacker es aquel cuyo único norte es el crecimiento”.
En el artículo original, Ellis mencionaba la necesidad de que las startups contasen con un growth hacker, un perfil que combinase conocimientos de marketing con conocimientos de desarrollo de producto, todo ello desde una óptica muy analítica.
Posteriormente muchos growth hackers, normalmente emprendedores que han creado herramientas Saas (Software as a service) y redes sociales, han ido dando forma a esta nueva disciplina.
Una definición formal del Growth Hacking sería: disciplina que combina marketing, analítica web y desarrollo de producto. Las tácticas de growth hacking están pensadas para startups que necesitan sacar el máximo provecho de la mínima inversión posible.
El Growth Hacking se basa en el método científico: formulación de hipótesis, ejecución de tests y validación o invalidación de las mismas a partir de las métricas obtenidas.
Similitudes y diferencias entre ambas disciplinas
En primer lugar, hay que decir que varios de los considerados como grandes growth hackers hoy en día -Neil Patel, Noah Kagan o los mismos fundadores de Hubspot- han usado el Inbound Marketing de forma exhaustiva y con gran éxito. Neil Patel ha fundado Kissmetrics y Crazy Egg, dos empresas de analítica web muy exitosas y con cientos de miles de usuarios. Noah Kagan ha fundado AppSumo, un e-commerce de compras flash para emprendedores y freelancers con más de 700.000 usuarios en su lista de correo.
Entonces, ¿son el Inbound Marketing y el Growth Hacking lo mismo? En mi opinión no son lo mismo pero se solapan en algunos aspectos.
¿En qué se parecen?
Ambas usan tácticas de bajo coste. El coste de la mayoría de acciones de Inbound Marketing y Growth Hacking está relacionado con los recursos humanos, altamente cualificados, pero normalmente no invierten en publicidad.
El Inbound Marketing se centra en tácticas de atracción, y el Growth Hacking, aunque no desdeña usar SEM, Facebook Ads o display, también prioriza tácticas de inversión cero.
¿En qué se diferencian?
Cuando hablas de Inbound Marketing hablas de contenidos, de blogs, de podcasts… pero no hablas de cómo cambiar tu producto para que obtenga mayor difusión, o de cómo usar la API de Facebook para potenciar la viralidad de tu producto. Este es uno de los aspectos en los que el Growth Hacking se aleja del marketing (incluido el inbound). Un growth hacker trabaja en el producto para hacerlo más viral, más atractivo para el usuario, optimiza la conversión de usuarios gratuitos en usuarios de pago y es conocedor de herramientas y atajos que catalizan el crecimiento.
El famoso caso del hack de AirBnb ilustra muy bien esto. Esta compañía de alquiler de apartamentos creó un programa que insertaba en Craiglist (Páginas Amarillas de USA) cada apartamento que sus usuarios daban de alta. Este código diseñado por ingenieros, impulsó el crecimiento de esta compañía.
Fuente: www.airbnb.es
El Inbound Marketing tampoco hace mucho hincapié en el proceso y la analítica. Sin embargo, para el growth hacker, la creación de hipótesis, diseño de experimentos, medición y validación o invalidación de la hipótesis forman parte de su día a día.
Conclusiones
El Inbound Marketing fue un paso necesario hace una década cuando el consumidor empezaba a estar saturado del marketing de interrupción, y cuando la publicidad más tradicional empezaba a ser menos eficaz y rentable.
El Growth Hacking nació hace 5 años y ahora está empezando a llegar a España, aunque todavía queda mucho para que las startups españolas empiecen a interiorizarlo y a sacarle partido. Esta disciplina coge lo mejor del Inbound Marketing y lo mejora dándole un enfoque muy analítico y ampliando las estrategias de crecimiento.
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