Growth Hacking un concepto que quizás hayas escuchado y que en castellano se traduce como estrategia de posicionamiento. Sigue leyendo y descubrirás en qué consiste y cómo puede multiplicar los beneficios de tu empresa.
¿Qué es Growth Hacking?
Es un conjunto de técnicas que mezclan el marketing, la programación, la analítica web y el desarrollo de productos. El Growth Hacking generalmente emplea formas no convencionales y canales no tradicionales para hacer crecer con rapidez un negocio.
La experimentación, la innovación y el aprendizaje continuo a partir de los test y análisis de las métricas son el corazón de esta metodología que cada vez es más demandada por los pequeños negocios de base tecnológica que tienen poco presupuesto, pero con potencial para crecer.
Cómo el Growth Hacking puede ayudar a tu negocio
No importa el tamaño de tu presupuesto de marketing. Optimizar no es cuestión de tener un gran presupuesto. En realidad, las grandes compañías que disponen de miles de euros para campañas de marketing son bastante reacias a buscar nuevas alternativas e innovar.
Si eres pequeño y tienes un buen producto que resuelve de forma sencilla y eficiente una necesidad de un público concreto, un growth hacker puede sacar tu negocio a la luz de las grandes cifras. ¿Cómo lo hace?
Pues se encargará de optimizar tu posicionamiento online y adquirir usuarios por canales generalmente gratuitos o más económicos. Si tu marca lleva en su ADN un gen de crecimiento, un growth hacker lo potenciará y disparará hacia la cima tus métricas. No usará ni el robo de correos electrónicos, ni el spam. El growth hacker automatiza y depura los procesos de conversión. Realiza test A/B, perfecciona las landing pages, potencia los factores de viralidad de la marca, envía emailing, te posiciona en open graph y otras “alucinantes soluciones”.
Una buena estrategia de Growth Hacking incluye:
– Conseguir leads
– Convertirlos en clientes
– Diseñar procesos para retenerlos
– Propiciar que tus clientes atraigan más clientes
Un ejemplo clásico para analizar es el Dropbox. Una empresa que genera 250 millones de beneficios cada año, con más de 300 millones de usuarios y valorada en 10 billones de dólares por inversores de capital riesgo.
La paradoja es que Dropbox es un gigante que no gasta –ni gastó nunca- un duro en publicidad convencional. Su estrategia desde el principio fue sencilla y de una eficacia rotunda: un diseño limpio y focalizado; premiar a los usuarios por traer más clientes y facilitar el compartir carpetas.
